domingo, 8 de noviembre de 2020

Los Desaparecidos (Parte 2)


 Al fin había conseguido mi primera pista, una de los desaparecidos parecía tener algún tipo de relación con la dueña del hostal, o por lo menos, con la chica que me atendió.

Fui al comedor, la comida olía increíble. Pasado un tiempo llego la chica que esperaba, traía un plato de consomé de carne y un vaso de jugo de mora.

- Ya traigo el plato fuerte.

No me dio tiempo de decir nada cuando ya había entrado en la cocina, creo que comeré solo, ya que no había comida para ella.

Al volver tenía un plato con costillas y puré de papa. Antes de que colocará el plato te pregunté si iba a comer conmigo, ella se quedo con cara de disgusto por un rato, no quería que su respuesta fuera no, así que añadí:

- Es mucho mejor comer acompañado y teniendo una conversación agradable, ¿no cree?

La mire a los ojos como si la deseara, una de esas miradas que pueden derretir glaciares en el corazón de las mujeres. Se sonrojo y asintió con la cabeza, seguido a esto entro en la cocina, y volvió con un plato igual al mío, creo que planeaba comer en la cocina.

Se sentó al otro lado de la mesa, bajó la cabeza y comenzó a comer, parece que cada vez que levantaba la mirada se sonrojaba y la bajaba rápido.

- Pareces una chica joven para ser la dueña del hostal ¿Cuántos años tienes?

- Sí, sí, tengo veintitrés - respondía con un tono tímido y sin levantar la cabeza

No esperaba la afirmación de mi pregunta, e incluso esperaba que continuara la conversación; eso complica un poco las cosas, por experiencia sé que las personas tímidas son las más complicadas al momento de entablar una conversación, pero por ser tímidas son propensas a solamente responder preguntas, obviamente no quería llegar al tema que me hizo convencerla de sentarse conmigo a cenar, pero tampoco quería perder el tiempo haciendo preguntas que no me llevan a ningún lado... o a lo mejor ¿si me llevarían a alguna parte?

- O sea que sí eres la dueña, es extraño que alguien tan joven sea dueña de su propio negocio.

- Sí...

Otra respuesta monosílaba, estas cosas me terminan molestando, pero tenia que mantener la compostura, tengo solamente un trabajo y esta chica es importante para el caso.

- Me dijiste que la estadía solamente incluía desayuno y cena ¿hay algún problema si uso la cocina para prepararme algo a la hora del almuerzo? - Tenía que mantener mi tono coqueto, por lo menos hasta que pueda entablar una conversación con ella.

- Sí, no me gusta que nadie más use mi cocina - levanto la mirada por un momento y me miró fijamente a los ojos - pero si lo desea podría cocinarle también al almuerzo.

- Que bien...

- Y comer juntos, así, poder conversar... otra vez - volvía a bajar la mirada.

- Claro, pero antes me gustaría conocer tu nombre, para fraternizar un poco más.

- Sí, sí, me llamo Elisa Pardo Gamero

Pardo, es el apellido de la chica desaparecida, pero el segundo apellido me desconcertó, ya que no era el mismo, pero esta chica es parecida a la desaparecida ¿hermanastras? no lo sé, pero por mucha curiosidad que tuviera  no podía asustarla. Así que seguí por el lado de la coquetería para que empezara a tenerme más confianza.

- Es un bello nombre, perfecto para una bella mujer, si me permites decirlo.

- Sí, sí, no hay problema - Ella se sonrojaba cada vez más, así que decidí bajar un poco la coquetería, ya que mi intención no era enamorarla.

- Así que este negocio, el del hostal ¿lo iniciaste sola?

- Sí, es decir, no, no lo inicie sola...

- ¿Lo iniciaste con...

Una alarma interrumpió la conversación, la chica se levantó de la mesa rápido y me dijo que tenia que irse, que no me preocupara por los platos, que ella se encargaría más tarde de eso, y salió corriendo del comedor; miré el plato de ella, aún tenia comida ¿Qué era tan importante como para dejar la comida a medias?

Volví a mi habitación; en el camino no vi a Elisa, como si hubiera desaparecido, de todas formas hay más habitaciones y ella debe estar en alguna de ellas. En la habitación revisé la carpeta otra vez, solamente nombres de personas desaparecidas, mi única pista era esa chica y no estaba, por lo menos, no para tratar de sacarle más información.

Me recosté a deliberar sobre el caso, en completo silencio esperando algún ruido que me hiciera ir a ver si Elisa había aparecido, pero pasaban las horas y me había quedado dormido.

Me desperté de golpe, sudando y con la respiración agitada, había tenido una pesadilla en la que un grupo de cabras negras me torturaban mientras todo el lugar se incendiaba... que horrible sueño pero no era relevante.

Miré la hora, eran las 3:33am, me senté en la cama esperando recuperar un poco la cordura; después me levante para ir por un vaso de agua, tengo mi propio baño, pero no un vaso para tomar agua, sería una escusa  para ir a la cocina y revisar si los platos habían sido levantados, en caso de que sí entonces me arrepentiría de haberme quedado dormido.

Abrí la puerta, las luces de la recepción seguían encendidas, pero las del pasillo se encontraban apagadas, recordé la  luz al final del túnel que mencionan las personas que están por morir, ya que esta situación se parecía mucho. Me reí un poco por pensar algo así en este momento.

Me acerqué al mostrador y después en dirección al comedor. En este las luces se encontraban apagadas y, tras pasar por la luz de la recepción, no podía distinguir nada entre la oscuridad. Traté de buscar el interruptor de la luz cuando escucho un gruñido de algo entre la oscuridad; había algo en la oscuridad, posiblemente encima de la mesa del comedor y no podía distinguir que era. De repente escuché uno de los platos cayendo al suelo y noté dos ojos amarillos brillantes mirándome. Creo que esta lista para atacarme a menos que reaccione antes.

Me comencé a alejar muy despacio hasta llegar a la luz de la recepción; escuche como unas patas se bajaban de la mesa, los ojos seguían mirándome y acercándose lentamente. Con mi mano izquierda sentí una silla, la silla de la recepción. Con un movimiento rápido la arrojé la silla, la cual escuché impactar contra lo que sea que estuviera entre la oscuridad y corrí hacia mi habitación y cerré la puerta, después de unos momentos sentí como si algo impactara contra esta.

Mi corazón estaba a mil por hora, no pude ver que era lo que había ahí pero sé que sea lo que sea estaba dispuesto a matarme.

Puse mi oreja en la puerta, podía escuchar sus patas como acechando a una presa. Me alejé de la puerta y me acerqué a mi valija, arrojé mi ropa por todas partes hasta llegar al final, ahí estaba, mi Smith & Wesson .38; no había requerido de esta arma desde que estaba en la policía, recordé a mi compañero, que fue el que hizo posible que me la quedara haciendo unos trucos de "evidencia perdida". Creí que no la usaría nunca más, pero esta situación requiere que la tenga a la mano.

Escuché un golpe en la puerta, era Elisa avisándome del desayuno; el sol ya había salido, me había quedado dormido recostado en la puerta ¿Había sido todo una pesadilla? No, estoy seguro que fue real, si no porque tengo mi revolver en las manos, además no estaba en la cama ¿Qué fue lo de anoche? ¿Por qué Elisa se fue sin terminar de comer de forma tan abrupta después de sonar la alarma?

Estaban surgiendo más preguntas que respuestas, eso es molesto, pero no iba a rendirme con este caso.


Continuara...