domingo, 18 de abril de 2021

Los Desaparecidos (Parte 19)


 

No sabía lo que estaba sucediendo, el dolor era insoportable y estaba frente a un monstruo, mientras la gente que estaba en las celdas gritaba desesperada.

- Te daré de comer a nuestro dios en pedazos Detective.

Me estaba desmayando el dolor, pero no podía dejarme caer, la pistola estaba en el suelo y ya no había nada más que pudiera hacer ¿Por qué seguía luchando?

Cero dejó de apretar mi brazo al ver que un humo negro salía del teatro, se estaba quemando. Me dejó caer y lo primero que hice fue sujetar mi adolorido brazo, estaba sangrando, pero no lo suficiente como para quedar inconsciente.

Trate de volver en sí para tomar el revolver y dispararle a ese monstruo que tenía la forma de Cero; pero al acercarse a la banca en la que estaba Alisa, esta saltó derribando a Cero y estando encima de él comenzó a arrancarle pedazos de carne del pecho con sus garras. Cero solamente dejaba salir gruñidos, pero no se defendía.

Alisa seguía salpicando todo el lugar con la sangre y los pedazos de Cero hasta que le arrancó algo del pecho, una parte del cuerpo de Cero que brillaba y palpitaba.

Cero volteo a mirarme y con voz débil me dijo:

- Creo que el ritual se completara conmigo y no con usted detective

Seguido a esto Alisa le arrancó el corazón a Cero del cuerpo dejando este salir un gruñido de dolor que se apagó en el momento en el que no habían arterias que conectaran el corazón con el cuerpo de Cero. Alisa se levantó de encima del cuerpo de Cero con dificultad y se quedó mirando como en un trance el brillante y ensangrentado corazón que tenía en sus manos

- Alisa – le decía con debilidad mientras trataba de ponerme de pie – no sé en qué consistía ese ritual, pero algo me dice que lo que estés pensando, no lo hagas

- Detective – decía alisa mientras miraba el corazón y la otra mano se la pasaba por su vientre, como si estuviera acariciando a un bebé – alguna vez… es decir ¿alguna vez a sentido que algo importante esta creciendo dentro de usted? ¿algo que tendrá vida y lo llamará mamá?

- Alisa, esto es lo que ellos querían, no sé si realmente destruirás la vida y volverá a iniciar el mundo desde cero, pero no vale la pena

- Usted no sabe lo que se siente que algo este creciendo, que una vida este creciendo dentro de usted

- Alisa – tosí un poco ya que el lugar se empezaba a llenar de humo negro – escúchame, solamente destruye eso y sigamos adelante

- ¿Seguir adelante? ¿usted ha visto como soy ahora? – Alisa me volteaba a mirar con lagrimas en los ojos – no podré tener una vida normal de nuevo, soy un monstruo creado por rituales y con el fin de traer paz al mundo

- ¿Paz? Mataras a millones

- Esos millones no lo valen, no apreciaron este mundo y yo, yo con mi hijo podemos cambiar eso.

No sé que estaba pasando, la mujer que me había pedido ayuda ahora estaba por completar un ritual que acabaría con la humanidad, tal vez con toda la vida.

Estaba de pie, adolorido y con los ojos llorosos por el humo, pero aún tenia el revolver y dos balas para terminar con esto. Mientras Alisa abría la boca para engullir el corazón de Cero, yo levanté el revolver y apuntando lo mejor que pude disparé dos veces, el primer disparo pasó rosando a Alisa y el segundó dio en el corazón de Cero que Alisa tenia en la mano, provocando que este dejara de brillar y se convirtiera en cenizas que se resbalaban de los dedos de Alisa

- ¡QUÉ HA HECHO!

Alisa volteaba a mirarme llena de ira; yo me desplomaba en el suelo abandonándome las fuerzas que me quedaban.

Alisa estaba por atacarme cuando noté que detrás de ella el humo negro estaba yendo hacia el lugar del que venía, como si algo lo estuviera chupando desde abajo en el teatro, entonces recordé que ese era un fenómeno que ocurría cuando el fuego buscaba expandirse más.

- ¡Cero esta vivo! – grité provocando que Alisa se quedara detallando el cuerpo de Cero.

Me tiré en el suelo y una explosión que alcanzó a Alisa salía de las escaleras quemando algunos lugares del calabozo; estas llamas también alcanzaron a Alisa prendiéndola en fuego de forma casi instantánea. La mujer a la que le entregué las llaves se acercó a mí, junto a los otros que ella ayudo a liberar, y me ayudaron a levantarme.

- Tenemos que salir de aquí detective – decía el enfermero mientras salíamos del lugar.

Abrieron la puerta que estaba junto al escritorio, era mi amigo que hacía señas para que saliéramos todos de allí. Mientras salíamos se escuchaban los gritos desesperados de Alisa que estaba siendo consumida por las llamas.

 

Al salir habían varias patrullas de policía, dos camiones de bomberos y varias ambulancias; además de varios chismosos que no podía explicarme de donde salieron. De entre la multitud salía Howard junto a Elisa, ellos dos se acercaron a mí, que estaba siendo socorrido por mi amigo y el enfermero para indicarles una ambulancia cercana a la cual llevarme.

- Eres un hueso duro de roer amigo – me decía mi excompañero

En ese momento unos paramédicos me ingresaban a una camilla y yo no soportaba más y me desmayaba.

Continuara...