domingo, 28 de febrero de 2021

Los Desaparecidos (Parte 14)


 

¿Su hija? Me tomo un poco por sorpresa lo que me dijo, claro que no recuerdo a alguna chica con el apellido Walterson entre los archivos de los desaparecidos, archivos que no podría revisar otra vez ya que con lo sucedido la noche pasada los extravíe en alguna parte.

- Pero si usted es parte del culto ¿Cómo es que no sabe nada de ella?

- Estoy seguro que el culto tiene algo que ver con la desaparición de mi hija, como se dio cuenta detective, ellos usan personas para un sacrificio, esto con la intención de que la prosperidad se mantenga en el pueblo, lo digo porque estamos bajo el contrato de un demonio, Esto me tiene preocupado, ya que numero uno se había desesperado por querer conseguir más poder y por eso comenzó con sacrificios cada nada de tiempo, estos tenían que hacerse cada luna llena, ya que la oscuridad no puede vivir sin luz, pero ahora ese tipo quería más y más, ya no pensaba solamente en el pueblo, si no en su propio beneficio; chantajeó a los que nos oponíamos a él, ya que a mi me parecía absurdo lo que estaba haciendo y lo amenacé con retirarle el dinero, pero, como ya sabe, estoy de manos atadas hasta que mi hija aparezca.

Me levanté de la silla, me acabé el whisky y dejé el vaso en el escritorio.

- ¿O sea que usted me contrato para ayudarlo en un problema enfermo por parte de una secta de la que ya se cansó? ¿acaso se sintió intimidado de que un don nadie como número uno tuviera más poder que usted?

Mi mirada hacia Howard era de asco, repudio total, este viejo rico era igual que numero uno, busca el beneficio propio sin importar los demás, solo quiere a su hija y, probablemente, largarse del pueblo una vez la tenga de vuelta.

- Sé que parece que es algo así detective, y en parte tiene razón, los sacrificios no me parecían un problema hasta que fue mi hija la que desapareció, ella es mi mundo y estoy seguro que ella estaría dispuesta a ayudar con todo en el pueblo para que sea un lugar mejor – Las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de los ojos de Howard.

- ¿Por qué su hija no estaba en los archivos? No recuerdo a nadie con el apellido Walterson

Howard se limpió las lágrimas.

- No podía reportarla como desaparecida, si el Ojo, no, si el pueblo se enteraba que el mayor inversionista del lugar había permitido que su hija desapareciera alertarían a autoridades más grandes, es decir, llegarían incluso la interpol para ayudar con la búsqueda, lo cual pondría al pueblo en el ojo público, cosa que no queremos, mucho menos el Ojo.

- La verdad me parece demasiado turbio lo que sucede en este pueblo, por eso creo que me iré y lo que sea que pase ya será problema de ustedes

- La hermana de la chica que traje con usted, ella aún está viva

Esas palabras llamaron mi atención, este tipo debe de saber más cosas al respecto del Ojo, y además podría salvar a la hermana de Elisa, claro que también podía ser una mentira para hacer que no abandone el caso.

- ¿Cómo esta tan seguro de eso?

- Hay un lugar en las afueras del pueblo, los del Ojo lo llamamos “La Granja”; en este lugar llevamos a los más aptos para los sacrificios, estas personas son preparadas con ciertos rituales para que durante la luna llena sean mejor recibidos por el demonio al que los ofrecemos – Lo que faltaba, estos enfermos secuestran personas para prepararlas como ganado al matadero, y tras del hecho me lo cuenta como si nada – Le daré la ubicación, puede ir a ver por usted mismo y sacar a algunos de los desaparecidos, claro que yo sé que mi hija no está allí, sería muy obvio, el único que lo sabe es número uno – Howard se quedó pensativo – Claro que el murió cuando el demonio se molestó con él, pero el lugar donde es la granja también es la residencia de número uno, y ahora que esta toda esta conmoción puede ir y revisar, lo digo porque no debe de haber mucha seguridad, eso sí, seguirán habiendo más miembros del Ojo.

Suspiré con lo ojos cerrados meditando de forma rápida que hacer, este tipo me estaba utilizando y hasta sentí que quería que acabara con el culto.

- Lo haré con tres condiciones – Howard mantuvo su rostro serio mirándome a los ojos, ojos que expresaban alegría porque seguiría en el caso – primero quiero que la paga se mantenga, en caso de que necesite más no espero ningún “pero”. Segundo, necesito un arma, un transporte y un celular, no quiero inconvenientes con los del Ojo, pero sé que podrá haber, pero con estas cosas podré combatirlos un poco. Tercero, Elisa se queda aquí y espero que la proteja, volveré por ella cuando todo esto termine.

Howard sonrío, sacó su celular y envío un mensaje, unos segundos después entró Francis, haciendo unos gestos para que lo siguiera.

- Gracias por su ayuda detective – decía Howard mientras salía de su oficina.

Continuara...