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mucho más.
Sin más preámbulos con ustedes la parte final de
Los Desaparecidos
Un dolor punzante en mi brazo derecho me despertaba, estaba
totalmente aturdido, pero al ir recuperando la conciencia notaba más y más la habitación
del hospital.
Me dolía la cabeza y también mi brazo derecho, no, más bien
todo mi cuerpo, pero esos dolores desaparecieron cuando noté que Elisa estaba
en una butaca dormida junto a mí.
- Estuvo todos estos días con usted detective
Miré de donde venia esa voz, era una chica joven, demasiado
parecida a la niña del cuadro que había visto en la mansión de Howard.
- Tu… – decía con dificultad - ¿Tu eres la hija de Howard?
- Así es, me encontró detective, claro que no esperaba ser
encontrada
- ¿qué quiere decir?
Ella sacaba un cheque de un bolso que tenía y lo dejaba en
la mesita a mi lado.
- Es el triple de lo que mi padre le iba a pagar, incluso
creo que recibirá la paga por parte de él.
Iba a salir del cuarto cuando volví a preguntar.
- ¿Qué quiere decir señorita Walterson? – ella se detuvo en
la entrada y dejó salir un suspiro.
- Creo que usted, después de todo lo que paso, se merece una
explicación detective – cerró la puerta tras ella y volvió junto a mi camilla –
Mi padre es alguien muy ambicioso, o más bien avaricioso, él había estado en
ese culto desde que nació, mi abuelo…
- Sí – interrumpía a la chica – la historia me la conto su
padre
- Bueno, eso me facilita las cosas. Cuando él se enteró de
las intenciones del culto, la de encontrar a una mujer virgen y digna para
poder engendrar al hijo de ese monstruo, él pensó en ofrecerme a mí, a su
propia hija, con la intención de que el mundo fuera reiniciado como él quería, convirtiéndose
de cierta forma en un Dios, que enfermo, claro que yo no compartía ni de cerca
esta visión, ni de mi padre y mucho menos del culto, así que planeé una forma
de salirme con la mía, cosa que era demasiado complicado, ya que mi padre me mantenía
vigilada todo el tiempo de ser posible. Pero una vez, hace más de un mes, pude tomar
un descuido, o más bien, poner en marcha mi plan, primero habrían problemas con
el vehículo que me transportaba de la mansión al colegio y viceversa, le dije al
conductor, o más bien a mi vigilante, que no habría problema, que yo llegaría
al colegio a pie, cerca me esperaría un amigo
- ¿Un amigo del colegio?
- Sí, también es mi amante, el me recogería haciendo que llegáramos
mucho más pronto al colegio
- ¿Creí que escaparía con él?
- En un principio lo pensé, pero eso habría sido muy obvio,
así que lo que hice fue ir con él al colegio y saltarnos la primera hora de
clases en el baño mientras teníamos relaciones
- O sea que dejarías de ser virgen
- Sí; como era nueva en eso creí que nos tomaría mucho
tiempo, pero el chico también era virgen y terminó más pronto de lo que creí,
tengo que admitir que no lo disfruté, pero de todas formas mi intención era
perder mi virginidad; entramos a clase y unos minutos después llego mi
vigilante, sin notar diferencia alguna.
- Pero ¿No preguntó si habían llegado tarde a clase?
- Como ya le dije Detective, no necesitamos mucho tiempo. El
punto es que cuando me llevó al ritual para saber quién sería la portadora del bebé los lideres se enojaron con mi padre por
llevarles una mujer que no era virgen, mi padre no sabía cómo excusarse, y mucho
menos como había pasado, en qué momento su preciada hija perdió la virginidad
cuando él la vigilaba 24/7.
Después de eso él se sintió ofendido, derrotado, humillado incluso, jamás pensó
que había sido idea mía, si no una conspiración del Ojo en su contra, entonces,
cuando encontraron un “contenedor” por así decirlo, mi padre explotó en más ira
contra el Ojo, pero yo ya estaba cansada de su actitud, así que usé unos
ahorros para huir sola.
- Pero ¿Cómo es que ahora tiene todo este dinero?
- ¿Le contó mi padre de mi bisabuelo? ¿Un hombre rico al que
le robaron toda su fortuna? Bueno, pude localizar a la que era su esposa, la anciana
tenía muchas ideas interesantes e incluso una fortuna de la cual no sé cómo se
hizo, el punto es que le ofrecí ser socias a cambio de información de mi padre,
el hombre que volvió loco a su “amor” y provocó que se suicidara – La chica
Walterson dejó salir una risita picara – Claro que ella solamente estaba por el
dinero, pero era una mujer de negocios y muy rencorosa, pero no me importa, el
punto es que así yo pude hacer mi propia fortuna y ahora seré yo la que desaparecerá
para siempre de mi padre
- O sea que simplemente…
- Simplemente le hicieron perder su tiempo – miró a Elisa
que estaba dormida – O bueno, casi todo su tiempo para encontrar a alguien que
no quería ser encontrado
- Pero usted como supo…
- ¿Del caso? Lleva una semana en coma detective, lo sucedido
en el pueblo fue noticia, se podría decir que ahora usted es una especie de
héroe y los miembros del Ojo que quedan en el país son parias que están siendo
buscados por la justicia, entre esos mi padre, así que quería enterarme del
culpable de todo esto, y ahora detective, yo le pido que no le diga nada a mi
padre, que me olvide, incluso dígale que ya había sido sacrificada o que me
suicide mientras me tenían cautiva, no lo sé, pero el punto es que acepte este
dinero como pago por mantener en secreto todo lo que le acabo de contar de
todos, en especial de mi padre.
La chica se colocó unas gafas oscuras y salió de la habitación
cerrando la puerta tras ella.
Unos días después, Howard apareció para preguntarme por el
caso, yo le dije que la hija que buscaba había muerto durante el incendio,
Howard se puso a llorar por su hija, pero el no tendría tiempo para tratar de
reconocer su cuerpo o incluso de celebrarle un entierro digno, ya que como me había
dicho la chica, él y otros sobrevivientes del Ojo estaban siendo buscados, y
pese a que los que vivieron eran gente influyente y con dinero, eso le tomaría
mucho de su tiempo.
Yo había recibido mi paga, un dinero suficiente para comprar
un apartamento y retirarme del trabajo, cosa que le pareció increíble a Elisa,
quien se fue a vivir conmigo, ya que después de todo lo que vivimos en ese
maldito pueblo, la ciudad era un lugar hermoso a nuestros ojos.
Fin