domingo, 14 de febrero de 2021

Los Desaparecidos (Parte 12)

 


Seguíamos sentados en la oficina de Howard, yo escuchando su historia y el continuando con esta; tengo que admitir que pese a que la historia estaba interesante quería llegar a la parte en la que me contrató, y con motivo lo hizo, pero de todas formas no quería interrumpirle.

- Mi padre estaba agradecido con el hombre, pero no podía soportar que la ausencia de paternidad se debiera a que ese hombre jamás fue su padre, creo que fue el momento en el que algo turbio nació dentro de mi padre – Howard tomó otro  sorbo del whisky y siguió – Eran los años ochenta o noventa, no estoy seguro, el punto es que mi padre sabía del tipo de negocios de ese hombre, vendiendo acciones para ganar mucho dinero, así que su plan fue simple, teniendo todo su conocimiento engañó al hombre diciéndole que el FBI había descubierto su forma de ganar dinero, mi padre conocía a mucha gente influyente, así que el hombre le creyó, pero no sabía que podría hacer para proteger su dinero y sus propiedades, así que mi padre le dio una opción, habían varios países tercermundistas en los que podía ocultar dinero y precio de bienes, los bancos no hacían muchas preguntas si el  dinero  que llega es de un extranjero y mucho más si llegaba en dólares, y para que su nombre no figure en ningún libro le ofreció colocar el nombre de una chica latina que el conoció en la universidad. El hombre dudo mucho, era un racista asqueroso, y le temía más a los latinos que estudiaban en estados unidos, ya que ellos no llegan allá por dinero, y nada es más peligroso que alguien que detestes y que además es inteligente; pero mi padre le dijo que sería muy sencillo, el se casaría con la chica, así el vigilaría el dinero. El hombre estaba pensando en que era una buena idea, pero el problema sería que el apellido de el, es decir, de su hijo figurará en esos papeles sería muy sospechoso; entonces mi padre le dio una solución, tan obvia que dejaba ver sus intenciones pero que el hombre ese no sospechó por el afán de no perder ni un centavo – En eso Howard dejó  la copa en el escritorio y dejó salir una carcajada y continuo entre risas – Mi padre le dijo que usaría el nombre de su antiguo secretario, el que murió – soltó otra carcajada – incluso hizo el que no recordaba su apellido para que el hombre se lo diera para que el pareciera que aportaba al plan; en eso el hombre sintiendo un poco de inteligencia gritó “¡Walterson!”, mi padre me contó que trato con todas sus fuerzas la risa al darse cuenta que el hombre estaba por ser estafado – Tomo el whisky, se levantó del escritorio, se acercó a mí y continuo – Incluso el hombre admitió que el era hijo de ese sujeto, del que sería mi abuelo, y que solamente tendrían que mostrar el certificado de nacimiento con el apellido Walterson.
Mi padre mostró una complicación en cuanto a los  títulos que había obtenido, usted sabe detective, para hacerlo creer que no estaría bien el plan, pero este hombre le dijo que no importaba, después haría valido eso, que lo peor era perder el dinero que con tanto “esfuerzo” ganó.
Así que pusieron en marcha el plan, la boda totalmente discreta, obviamente a la mujer no le gusto, los latinos tenemos la chispa de querer hacer una fiesta de todo, pero mi padre le prometió una boda mucho mejor cuando llegaran a Panamá.
Entonces ya con el dinero y en Panamá, ingresaron todos esos numero en un banco en el que convenientemente trabajaba un familiar de mi madre – Sonrió y me agarró el hombro – Así es, esa mujer latina era mi madre; al principio mi padre iba a usarla para su venganza, ya que el hombre no soportaría perder su dinero incluso de una mujer morena latina, pero terminaron enamorándose.
Después de eso el FBI apareció en la casa del hombre, efectivamente sí habían dado con el como un estafador, pero con un equipo de abogados el hombre salió impune – en eso soltó una risa – que digo impune, salió libre, pero el hombre entre juicio y juicio no se dio cuenta que lo habían estafado y no tenía ni donde caerse muerto, trató de recurrir a la policía y la interpol para encontrar a mi padre, pero no iba a lograr nada, ya que no podía decirles que le habían robado el dinero que el consiguió estafando gente, además mi padre había desaparecido ¿cómo? – se acercó a la ventana y tras mirar un rato por esta, se dio la vuelta y me sonrió – llegó a un pueblo que estaba más escondido que nada, llego a este pueblo y comenzó a construir su legado, el legado de los Walterson para el… - se interrumpió y soltó otra carcajada – iba a decir el mundo, pero no, solamente para este pueblo.

Howard se volvió a sentar en el escritorio y tomo lo que le quedaba del whisky.

- Ahora es la parte de la historia en la que llegamos a mí, mi mujer, mi hija y la razón por la cual lo contrate Detective; no había llegado a ese punto porque quería que conociera la historia de los Walterson llegando a este pueblo para que así entendiera el punto al que voy a llegar.

Continuara...