No podía creerlo, tenía en frente al hombre culpable de que
estuviera en este maldito pueblo, por fin lo conocía, pero eso solamente me
generó más preguntas que respuestas.
El silencio se apodero de la oficina de Howard, pasaron
varios minutos, quería hacer más preguntas, pero al momento de abrir la boca
para decir algo, Howard, levanto la mano izquierda pidiéndome que me detuviera,
tomó un sorbo del whiskey y siguió.
- Sé que querrá saber porqué contrate a un detective de la
ciudad y por tan alto precio, así que voy a contarle una historia detective,
quiero que la escuche y después usted hará las preguntas que quiera, incluso
podrá decidir si va a seguir con el caso o no – tomó otro sorbo del whiskey y yo
también, no creí cuánta razón tendría Howard en que yo tenía que tener un trago
en mis manos, también lo sentí necesario.
Howard suspiró y comenzó su historia:
- La familia Walterson había vivido todos estos años en
estados unidos, mi bisabuelo llego buscando el sueño americano, pero no lo
logró, viviendo de trabajos pequeños a duras penas pudo mantener a la familia. A
punta de trabajo humilde sacó adelante, o bueno, intentó sacar adelante a mi
abuelo, pero con el comienza la historia de nuestra acaudalada familia – Tomó otro
sorbo del whiskey y siguió – Mi abuelo trabajaba en un restaurante lavando
platos con lo que trataba de ganar dinero para una mujer que no amaba pero que
dejó embarazada a corta edad, para ese entonces vivía con mis bisabuelos y un
primo de el que también llego buscando el sueño americano; el primo había
llegado con su esposa y dos hijos que en vez de sumar restaban a lo que era la
familia, lo digo porque estos chicos, al no tener a su padre que trabajaba todo
el día manejando un taxi, hacían lo que les daba la gana, sumado a la madre de
ellos que sufría una enfermedad extraña y no podía hacerse cargo ni de ella
misma.
Cuando nació mi padre solamente se complicaron las cosas, ya que mi bisabuelo
había muerto dejando literalmente a mi bisabuela a cargo de todo, ya que mi
abuela dejaba a mi padre en casa para irse con los primos de mi abuelo a fiestas
y a beber alcohol. Mi abuelo, cansado de esa situación le dijo que si no conseguía
un trabajo que por lo menos ayudara en casa, mi abuela le enojó esa actitud y
abandonó a mi padre y a mi abuelo.
Por los primos de mi abuelo se enteraron que estaba saliendo con un
narcotraficante, un tipo con mucho dinero, esto se supo porque los primos de mi
abuelo trabajaban para ese narcotraficante, pero de eso se enteraron cuando en
una guerra de pandillas uno quedó en el hospital y el otro muerto. Mi abuelo y
su primo no sabían que hacer, las cosas se complicaban y no podían pagar el
hospital, sumado a que cuando saliera del hospital iría directo a la cárcel.
Mi abuelo, cansado de esta situación decidió buscar ayuda en mi abuela, pero
eso solamente lo hizo ganarse la enemistad de ese narcotraficante, así que tuvo
que escapar de la ciudad con mi padre, de apenas dos años; pero sin tener mucho
dinero y dejando su trabajo atrás estaba en el fondo del precipicio, estaba
desesperado subido a un tren sin saber a dónde llegaría y si tendría suerte allá,
en eso un hombre se sienta con él, lo ve mal y escucha su historia, así como
usted está escuchándola ahora; el hombre le dijo a mi abuelo “que desgracia,
pero empezar de cero no es una opción”, el hombre le ofreció un trabajo, en ese
trabajo sería su asistente; de alguna forma ese hombre confiaba en mi abuelo.
Resulta que el hombre era un gran inversionista en la bolsa, así que tenía
mucho dinero, todo lo que tenía que hacer mi abuelo era llevar su agenda,
tenerle las tres comidas y el, a cambio, le daba un salario y un lugar donde
quedarse. La vida no era lujosa pero era buena, en especial para mi padre que pasaba la mayor parte de su tiempo estudiando con ese hombre; pero entonces mi abuelo se enteró de las
verdaderas intenciones de ese hombre, él quería un heredero digno, pero no podía
tener hijos con su esposa, entonces a cambio de una buena vida para su hijo él
le daría trabajo a el de por vida, las condiciones, el niño jamás lo llamaría
papá a él, es decir a mi abuelo, tendría el apellido del hombre y aprendería
todo de ese hombre… mi abuelo acepto, no lo hizo muy alegre, ya que de todas formas amaba a su hijo, pero estaba dispuesto a que tuviera la vida que el jamás tuvo.
Pasaron los años y mi abuelo enfermó gravemente y en su lecho de muerte, cuando
estuvo con mi padre a solas, le contó toda la verdad, sintió que ya no tenía
que mantener el secreto porque él ya iba a morir y mi padre decidiría que iba a
hacer de ahí en adelante.
Mi padre era graduado de las mejores universidades que el dinero puede pagar,
obviamente por el hombre al que el consideraba su padre, que lo educo de forma rígida quitándole la infancia para ser el mejor en lo que el hombre quería, claro que al descubrir
que jamás fue su padre y que le habían mentido todos estos años, mi padre,
Howard,
Continuara...