martes, 10 de noviembre de 2020

Tres Historias De Tagterra III


 
Primera Historia

Los tiempos están cambiando y yo como los míos tenemos que escoger bandos...

Todo comenzó con la llegada de un Elementor a nuestras tierras; nunca antes un ser que no fuera un dragón había llegado hasta acá, pero este elementor lo había logrado, y solo según parecía.

Se acerco a mi, sin miedo, sin importar mi imponente tamaño, mis temibles garras y colmillos; no importaba, como si su misión fuera más importante y valía la pena perder la vida ante nosotros, los dragones.

déjame presentarme, mi nombre...

- Llegas a nuestras tierras ¿y quieres hablar con nosotros?

- Bueno, en realidad quería hablar contigo ya que eres el alfa de...

- No hay alfa entre los dragones, nosotros somos iguales, a diferencia de ustedes, los elementors, que se diferencian por los susurros que les otorgue Tagterra, tu, obviamente, eres uno amarillo, de otra forma no podrías comunicarte conmigo.

- De hecho soy mejor que eso ya que...

- Y ahí van con su ego, se creen mejores por dominar un susurro, si es rojo, si es blanco, si es purpura, no me importa, son ególatras como los humanos, solamente los primeros eran seres que entendían a Tagterra y trabajaban junto a ella para hacer este planeta un lugar mejor. Así que dime elementor mejor que los otros ¿Qué te diferencia de los otros? dependiendo de tu respuesta sera que decidamos si vives o mueres.

Dejó salir una risa irónica como si no fuera a morir en este lugar, pero mis hermano comenzaron a acechar y otros a acercarse cada vez más, tengo que admitir que si dependiera de mi lo dejaría vivir por su valentía, pero varios de los nuestros no han probado la carne de estos seres y no iba a detenerlos.

De repente seis brillos lo rodearon como si de un remolino de colores se tratase hasta crear una ráfaga que se esparció por todos el lugar. Los más jóvenes huyeron del miedo, pero los más viejos, como yo, sabíamos que se trataba de los poderes de los primeros, nunca habíamos visto estos poderes, pero si habíamos escuchado de estos por los antiguos en historias que pasaban de generación en generación.

- Como puedes ver, no soy un elementor normal, y quiero que con su ayuda recuperar lo que los humanos nos han quitado.

Ese elementor tenía una misión que realmente nos interesaba, una misión que realmente queríamos hacer realidad, una misión con la cual extinguiríamos a los humanos... Pero el resto ya es historia.


Segunda Historia

Nos habían llegado noticias del mundo exterior, ese mundo que preferimos evitar, ya que nosotros, los osteris, no nos llevamos con la violencia que hay afuera.

Las noticias eran también de violencia, ya que un elementor con los poderes de los primeros había comenzado la extinción de los humanos.

Los sabios se reunieron para evitar tal genocidio, además tenían que tener decisiones rapido, ya que el elementor en cuestión había convencido a los dragones.

- Esas lagartijas gigantes se dejan convencer con carne - decía uno de los cinco sabios.

- Entonces eso significa que los humanos serán comida de dragón - decía otro

- Deberíamos dejar el ciclo natural - decía otro más

- No es natural el escoger la extinción por medio de una guerra, más buscando aliados tan poderosos como son los dragones

- Tenemos que hacer algo, no quedarnos con los brazos cruzados y esperar que todo se solucione.

Después de tanta discusión decidiendo si iban o no hacer algo, el más viejo de los sabios se levantó, haciendo que todos guardaran silencio, ya que entre nosotros los osteris la edad es señal de sabiduría, y si eran parte de los cinco sabios siendo el más viejo, entonces todo lo que fuera a ser dicho tenía que ser escuchado.

- Hemos visto como los primeros ayudaron a crear esta tierra, pero también como fueron corrompidos y divididos en elementors, hemos visto como los humanos han tratado a Tagterra como si fueran los únicos seres que la merecen, pero, también hemos visto las consecuencias de la guerra, las consecuencias de la extinción y los daños a Tagterra ocasionados por estos. No creo que todos los humanos sean malos, al igual que tampoco creo que ningun ser de este planeta que llamamos hogar merezca la extinción, así que tendremos dos planes.

Tras varios días los sabios fueron a buscar a un osteris que tendría dos misiones, la primera era entregar un pergamino antiguo que habla sobre los susurros y como otros seres podrían llegar a escucharlos y entenderlos, la idea era que los humanos lucharan también contra esta amenaza. Y la segunda era solamente si la primera fallaba, consistía en tomar dos crías humanas, una hembra y un macho, y llevarlos a Vaktarnet, el refugio flotante que tenemos los osteris para mantener  a las especies que fueran a extinguirse.


Tercera Historia

Mi nombre es Modig Resender, soy un Osteris que vive de explorar fuera de nuestra ciudad. Tiendo a ser muy sigiloso, ya que no quiero tener inconvenientes con otros seres que interfieran en mi labor.

Una vez fui citado por los sabios, me fue entregado un pergamino con conocimiento antiguo, este tenía que ser entregado a algún elementor que estuviera dispuesto a entrenar a los humanos para evitar su extinción y ganar la guerra... "ganar una guerra", en las guerras solamente se puede perder, pero por lo menos con esto evitaría un genocidio.

Fui guiado hasta el limite de nuestro continente en donde me fue entregado un barco, con este llegaría hasta un continente nombrado Femte, ya que se rumoreaba que había fuerzas separadas en este continente; así que tenía que adivinar a quien entregarle el pergamino, si elegía mal entonces solamente significaría la extinción de todos los seres, ya que los dragones dominando los susurros serías imparables.

Ya estando cerca del continente de Femte, me cubrí totalmente con unas capas que mantendrían mi temperatura, estas además cubrían mi cabeza, no podía dejar que vieran mis orejas redondas en mi coronilla; sumado a todo esto estaban mis patas que seguramente necesitaría para agarrar cosas o pasar otras.

Comencé mi viaje y aproveché para registrar algunas cosas de este ambiente que era totalmente nuevo para mi, como plantas, rocas y animales.

Me encontraba mirando unos extraños seres negro con amarillo voladores cuando comenzaron a atacarme, no quería luchar contra ellos, ya que además de ser mayoría, eran muy rápidos.

Mi escapé parecía un chiste, algunos me alcanzaban y me atacaban con filosos aguijones, hasta que escuché una voz dulce que me decía échate al lago, Así que le hice caso; corrí hacía el lago y me metí sin pensarlo dos veces. Me quedé en el fondo esperando un rato hasta que vi una silueta a la orilla del lago; esta silueta sumergió lo que parecía una pata para ayudarme a salir, acepte la ayuda aún que no era necesaria.

- Gracias - le Dije a quien me había ayudado mientras me retiraba la capa para escurrirla 

De repente la voz dulce dejó salir un grito, como pude olvidar que estos seres no están acostumbrados a ver a los Osteris, así que se asustarían.

- ¿Qué eres? ¿Cómo es que pudiste entenderme?

No podía decirle que soy un osteris que tiene la misión de ayudar a los humanos, tampoco podía decirle que algunos osteris estudiamos la lengua de los externos y que realmente hablamos el mismo idioma que hablaban los primeros.

- Bueno yo...

Iba a darle explicaciones cuando se escuchó una explosión a lo lejos en donde además se podían ver unas llamas azules, eran dragones y estaban atacando.

- ¡Mi hogar! - gritó desesperada.

- ¡llévame allá! ¡Puedo ayudarles!

Ella afirmo con un poco de miedo, pero era un "sí" finalmente, así que la tomé de las caderas y la subí a mi lomo, sí iba en cuatro patas llegaría más rápido al lugar.

Al llegar había una batalla, algunos humanos trataban de defenderse, pero sus armas no eran nada contra los dragones. Miré al cielo y vi que solamente se trataba de un dragón, pero por tierra habían varios seres con armaduras, eran elementors, claro que lo supe porque olían a mana recién usado.

- Estaban en otras aldeas cercanas y no creímos las advertencias - decía la hembra con lagrimas en los ojos.

- Quiere decir que tu no eres un elementor ¿verdad?

- ¿Un elementor?

Parecía que los humanos aún ignoraban el nombre de los elementors, y no entendían que eran.

No podía involucrarme, tampoco le iba a dar el pergamino a una humana, estaba por irme cuando escuché un estruendo; era el dragón que caía destruyendo una pequeña casa al impactar con el suelo. De entre los escombros salía un caballero de armadura negra y tras de el otros elementors, la batalla ya parecía un poco más pareja.

- Creo que tendré que unirme - Decía mientras le dejaba mi capa a la hembra que me había ayudado y corrí a unirme a la pelea.

Mi tamaño y mi fuerza me daba una clara ventaja, también mis garras que, a zarpazos, los arrojaba lejos; claro que esto comenzaba a ser una desventaja, ya que era el objetivo más claro.

De repente sentí como los ataques que me impactaban no dolían tanto, sumado a que mi fuerza parecía que había incrementado, miré a mi alrededor y vi a dos elementors diciendo en idioma antiguo "protección" y "fuerza". Era la primera vez que sentía los poderes de los susurros, y se sentían increíble.

La batalla había terminado con la clara victoria del ejercito aliado, la hembra, ya sin miedo a mi apariencia, se me acercó para devolverme mi capa.

- Gracias hembra humana - le agradecí, a lo que ella soltó una risa.

Me explico que a las hembras humanas se les dice mujeres y a los machos hombres. También me hablo de unas cosas llamadas insectos, que eran los seres que me habían atacado antes.

Comenzó a explicarme muchas cosas y yo me encontraba feliz escuchándola, por lo menos hasta que un caballero, el que creo era el líder de los elementors que ayude se me acercó.

- Eres una criatura muy interesante - Decía este elementor con su voz imponente

Me puse de pie para hablar con este elementor.

- ¿Podríamos hablar a solas? - Le pregunte mientras miraba a la mujer.

Ella se retiro pidiendo permiso. Una vez se marcho comencé a decirle de mi misión al elentor.

- Soy un osteris, unos seres de los muchos de Tagterra. Fui enviado con la misión de entregarle este pergamino a algún elementor que evite la extinción de la humanidad y viendo que tu eres un gran guerrero y elementor que quiere evitar ese genocidio entonces te lo entregaré a ti.

Saqué de un tubo un pergamino y se lo entregue al elementor, el lo desenrolló y lo leyó por un momento y después levanto la mirada.

- Esto podría convertir a los humanos en elementors

- No, esto puede hacer que ciertos humanos descubran la capacidad de escuchar los susurros de Tagterra, así que espero les sea de ayuda para ganar la guerra.

Me coloqué mi capa y comencé a marcharme cuando escuché una voz llamándome atraz de mi.

- Oye, entre los elementors tenemos la costumbre de dar las gracias y de dar nuestros nombres a nuestros amigos.

"Amigos"... me quedé mirándolo por una rato sin pensar en que ahora tenía un amigo que fuera de los exteriores.

- Me llamo Maximilian Cage, Elementor de primer rango para llevar esta guerra.

Lo miré por una rato hasta que apareció una sonrisa en mi rostro peludo

- Yo soy Modig Resender, un osteris con la mision de ayudarte Maximilian y espero que volvamos a vernos.

Volví a Fozzen con historias que contar y también con un amigo que recordar