lunes, 23 de noviembre de 2020

Los Seis Deseos


 Cuando el ultimo de los primeros aún estaba en Tagterra, viendo que sus habilidades de escuchar los seis susurros eran las ultimas que habrían en Tagterra, este decidió hacer un viaje y separarse de los elementors que comenzaban a nacer solamente escuchando un único susurro de Tagterra.

Lo que este primero quería era reunir conocimiento y sabiduría para así mantener el legado de los primeros y los seis susurros.

Primero llegó al continente de Sekund, un lugar en el que los seres conocidos como humanos habitaban en su mayoría; el no confiaba en los humanos ya que no eran dignos de los susurros de Tagterra, y entre los primeros los consideraban cobardes, egocéntricos e idiotas.

Pero para el fue una experiencia diferente, ya que se dio cuenta que no eran así, tuvo la suerte de toparse con un humano que le hablo de toda la historia de la humanidad hasta ese entonces, también le contaba historias de seres "mágicos" que podían hacer que ocurrieran cosas con solo pensarlas, el primero sabía que se refería a los poderes de los susurros.

Tras un tiempo, el rey de esas tierras envió a sus sirvientes para cobrar impuestos a la cabaña del humano en donde el primero estaba hospedado; obviamente el anciano le contó que las cosechas no habían estado bien y no tenia oro para pagar los impuestos, los cobradores destruyeron las pocas cosas que tenía el anciano y se marcharon tratándolo de inútil y amenazándolo con matarlo si no pagaba.

Al primero le pareció esto un abuso y le dijo que del lugar que viene eso se consideraría un insulto y se arreglaría en un duelo a muerte; el anciano río y le dijo que el estaba viejo para esas cosas, que lo que necesitaba era suerte para que la tierra creciera y vender las cosas para tener oro.

Una noche, mientras el anciano dormía, el primero, usando el susurro azul, hizo que el clima fuera más adecuado para las plantas, después, mezclándolo con el susurro amarillo y el blanco, hizo que las plantas crecieran a una velocidad increíble.

Al día siguiente, el anciano despertó y no podía de la sorpresa al ver todo lo que había plantado listo para cosecharse, el primero le ayudo y después lograron vender todo para acumular el oro para pagar los impuestos e incluso les sobraba.

Unos días después volvieron los sirvientes del rey de esas tierras a cobrar los impuestos, el anciano les pagó hasta el ultimo oro, pero uno de los sirvientes, viendo la tierra fértil y prospera del anciano, le dijo que los impuestos habían aumentado para el, el anciano estaba dispuesto a pagar solamente para no tener problemas, pero el primero apareció para decirles lo injustos que estaban siendo con el anciano; los sirvientes del rey vieron esto como un insulto y decidieron subirle aún más los impuestos al anciano alegando que había una persona más que también tenía que pagar. Al primero esto le pareció una injusticia así que reveló sus verdaderos poderes y, mezclando el poder del susurro azul, verde y purpura, convirtió a los sirvientes y soldados que los acompañaban en estatuas doradas que, con otras palabras inentendibles, cayeron al suelo convertidos en monedas de oro.

El anciano estaba sorprendido con lo que acababa de ver, frente a el había uno de esos seres mágicos de los que solamente conocía en historias. El primero le dijo que conservara el oro y que buscara otro lugar lejos de la tiranía de ese rey, el anciano se río con esas palabras y le dijo:

"Fui criado en estas tierras, viví con los mejores valores y contando historias, ahora, por mis valores, conocí a un personaje de mis historias y eso es todo lo que necesito para ser feliz, el saber que las historias que cuento se harán realidad"

El primero se despidió del anciano, que repartió el oro entre los más pobres, y se marcho a continuar su viaje.

Tras varios días llegó a el continente de Kald, aquí fue capturado por una tribu de osteris que evitaban el paso de seres como el, ya que lo confundieron con un elementor.

Fue llevado ante el jefe de la tribu a quien le mostro que no era un ser cualquiera, era el ultimo de los primeros, el jefe quedo sorprendido y pidió que el primero fuera llevado ante los cinco sabios.

En ese entonces los osteris no habían construido la ciudad de Frozzen, así que estos sabios se encontraban en otro pueblo cercano habitado por unos cuantos osteris.

Llevaron al primero ante los sabios y estos estaban sorprendidos de ver a uno de los primeros; este les contó historias y compartió con ellos conocimientos sobre los primeros y los que sabía sobre los humanos; era tanta la información que uno de los sabios pidió que se documentara esto y tener una gran biblioteca con esta información. Al primero le pareció una idea increíble, pero el quería que fuera un lugar siempre en crecimiento, así que, usando sus habilidades, contruyó, con ayuda de los osteris, la biblioteca, un lugar que parecía pequeño por fuera, pero con una infinidad de espacio por dentro que aumentaba con ayuda de el mana de Tagterra y los susurros verdes.

Esta creación dejó al primero muy agotado, los osteris querían ayudarle para que siguiera su viaje, pero el primero ya había logrado lo que quería, que era tener un lugar al que llegara el conocimiento de toda Tagterra.

Con los ultimo de sus poderes creo los seis deseos. seis piedras que guardaban no solamente su conocimiento, si no que también la capacidad de escuchar a los seis susurros.

Estos deseos tenían forma de piedras, cada una de un color de un susurro y fueron guardadas en la biblioteca de una forma en la que solamente los cinco sabios osteris podrían acceder.

Se cuenta que gracias a esas piedras, a los seis deseos, los osteris pudieron construir Frozzen y hacer a su gente prospera pese al clima extremo del continente de Kald.